Argentina ubicada en
el continente americano y precisamente en el sur de las Américas es un país que se ha forjado
a razón de diferentes corrientes de
inmigrantes. De todas partes del
mundo llegaron, italianos, polacos y españoles. Es común encontrar zonas que
estén caracterizad por un 90 % de población extranjera como por ejemplo el
Barrio Chino.
Ubicado en la capital
argentina (Buenos Aires) y en la zona de Belgrano se encuentra este atractivo barrio, de tan solo dos cuadras sobre la calle Arribeños, que a su vez
coinciden con el Ferrocarril Mitre y la estación Belgrano C.
Aunque puede parecer
muy pequeño por la mínima cantidad de cuadras que abarca o poco interesante,
estos escasos metros muestran el verdadero espíritu oriental. Se ha denominado
Barrio Chino debido a que la mayoría de sus habitantes son de origen asiático
predominando mayormente taiwaneses.
El recorrido por este
lugar es un paisaje atípico e interesante, demás está decir que abundan los
comercios.
Se puede comprar de
todo en los típicos mercaditos chinos, como así también objetos orientales y
artesanías tanto de la cultura asiática como algunas otras de Argentina.
El paseo es completo
también se pueden adquirir excelentes
prendas como los famosos y conocidos
Kimonos, carteas, billeteras y calzados propios de la indumentaria y moda
china. Si se quieren
degustar los manjares chinos, tailandeses y asiáticos se puede dar una vuelta
por el restaurante japonés Dashi o probar las exquisiteces de la comida tailandesa
en Lotus Neo Tai.
Un postre muy típico
de aquellas comunidades es la Melona que viene a ser el típico helado chino,
los que lo probaron dicen que es muy rico y dulce, en casi todo el barrio
abundan puestos que los venden. La decoración es
genial y por sobre todo autentica, el comienzo del sector está marcado por un
gran arco de más de doce metros de altura, ocho metros de ancho y conlleva
figuras propias de la mitología china
representada por dos leones uno de cada lado.
El color predomina en
cada rincón, cada negocio se encuentra decorado con guirnaldas y objetos que hacen sentir al turista como en oriente. Es común ver en sus calles artistas ofreciendo bailes típicos en una atmósfera siempre alegre y extrovertida.
El lugar cuenta con
celebraciones propias de su cultura como la Fiesta de la Luna, donde según el
rito se abren las puertas del templo y se despierta al dragón, se festeja cada
29 de septiembre en donde se lleva a cabo una fiesta que muestra tradicionales
danzas. Instrumentos de miles de años y cantos corales que juntan a orientales
y argentinos.
Además y otra fiesta
de gran tradición es el Baño de Buda esta celebración es de gran importancia
por su carácter religioso, y se festeja con danzas, meditaciones y una especial
y sentida Ceremonia del Te. Ambas celebraciones
son ofrendas de la comunidad que allí habita al pueblo argentino en
agradecimiento por la hospitalidad y recibimientos brindado a los inmigrantes
que llegaron al país. Una linda muestra de
hermandad por parte de dos culturas que conviven a diario y han logrado
complementarse en cimientos fuertes.